Émile Dukhiem (1858-1917) fue profesor en educación, fascinado en ciertas formas, por la religión, los grupos sociales y su formación, sus identidades y la conciencia moral. Fue hijo de un rabino, por lo cual se especula que en su educación religiosa encontró el gusto por el estudio de las funciones de la religión en sociedad.
Uno de sus principales papeles fue la institucionalización de la Sociología, disciplina practicada fuera de las universidades durante la década de los 50 y 60, por aristócratas, revolucionarios e ingenieros, pero aún distaba de ser vista desde el perfil del académico.
Después de que Durkheim muriera, en 1917, la Sociología se convirtió en una disciplina académica que estudiantes en todo el mundo occidental podían elegir para estudiar. Se podría decir que personas como yo, debemos algo de lo que somos (profesionalmente) a Durkheim.
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En cuanto al tema de la entrada de este día, Durkheim presentó un estudio de los diversos orígenes de las creencias religiosas.
Investigó sociedades aborígenes australianas que se suponía formaban parte de una de las religiones más antiguas del mundo. Esto lo hizo para probar que la religión de tótems o totemista, como le llamaba él, debió ser una de las primeras manifestaciones religiosas en las sociedades humanas.
Como principio fundamental de esta investigación, dijo que incluso si los creyentes de esta religión hablaban de una experiencia aparentemente irracional, no se debía dudar de su honestidad. La experiencia que contaban era una profunda realidad para ellos. Esto mismo se puede aplicar a las religiones actuales.
Ante todo esto, surge la pregunta obligada: ¿Por qué enfocarse en las religiones primitivas?
- No podemos entender religiones más avanzadas salvo que analicemos el modo en que han ido progresando constitutivamente a través de la historia.
- El estudio científico de la religión presupone per sé, que las varias religiones comparadas son todas especies de la misma clase, por tanto, poseen ciertos elementos en común: «En la fundación de todos los sistemas de creencias y todos los cultos».
Las religiones primitivas son casos privilegiados porque son simples.
La religión no puede definirse excepto por las características que se encuentran en donde sea que se halle la religión.» – Emile Durkheim
Enfatizando en que la religión es menos un todo indivisible que un complejo sistema de partes, Durkheim comenzó por dividir estas partes en ritos (modos determinados de actuar) y creencias (representaciones colectivas).
Todas las creencias religiosas presentan una característica común: presuponen una clasificación de todas las cosas real e ideal, de cómo piensa el hombre, dentro de dos clases o grupos opuestos, generalmente designados por dos términos distintos que son traducidos suficientemente bien por las palabras profano y sagrado.»
Las cosas sagradas son aquellas aisladas y protegidas por poderosas interdicciones (prohibiciones impuestas por la autoridad); las cosas profanas son aquellas que, acorde a esas interdicciones, deben permanecer a distancia de sus contrapartes sagradas; las creencias religiosas son representaciones que expresan la naturaleza de las cosas sagradas y sus relaciones, ya sea con una u otra, o con cosas profanas; los ritos religios son reglas de conducta que preescriben cómo uno debería comportarse en presencia de cosas sagradas.
Y una vez ordenando sus conceptos, Durkheim puntualizó con el concepto de religión que sería:
Una religión es un sistema unificado de creencias y prácticas relativas a cosas sagradas, es decir, cosas puestas aparte y prohibidas [..] creencias y prácticas que unen en una única comunidad moral llamada iglesia, a todos los que se adhieren a ella.»
Continuará en la siguiente entrada.
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