La religión en la antigüedad: Durkheim

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¿Cuál es la religión más primitiva?

Existió en la antigüedad cierto set de creencias y prácticas dirigidos al fenómeno natural  caracterizado como naturismo; mientras, un segundo cuerpo de pensamientos religiosos y acciones se erigía como conducta apelativa a las cosas espirituales llamado animismo.


Anteriormente mencionaba en Las Formas Elementales de la Vida Religiosa el concepto de religión según Émile Durkheim, hoy toca ahondar sobre ese tema en virtud de que la religión actual tuvo su origen en las primeras formas religiosas, encontradas posiblemente en el continente australiano.

De acuerdo a Durkheim existieron tres teorías sobre la práctica religiosa en la antigüedad:

  • El animismo
  • El naturismo
  • El totemismo

Identifiquemos cada una de ellas por separado.

Animismo

Según la teoría animística, la idea del alma humana fue sugerida primero por el contraste entre las representaciones mentales mientras las personas duermen (sueños) y aquellas de experiencia normal.

El hombre primitivo concede estatus de igualdad a ambos, experiencias mientras está despierto y aquellas mientras duerme son equitativas para él, y esto llevó a postular un «segundo yo» dentro de sí mismo, uno «yo» que se parece al primero, pero hecho de materia etérea y con capacidad de viajar grandes distancias en cortos periodos de tiempo.

La mente primitiva también atribuye el «segundo yo» a todos los objetos no humanos (plantas, animales, ríos, árboles, estrellas, etc.) que de éste modo se toman en cuenta para el fenómeno del mundo físico, y así, el culto ancestral da origen al culto a la naturaleza.

El hombre se encuentra a sí mismo prisionero de éste mundo imaginario del cual es, no obstante, autor y modelo.»

En síntesis el ánima es el segundo yo, que surge del humano de forma etérea. Al mismo tiempo, todos los objetos de su mundo poseen este segundo yo, todos tienen un alma.

Naturismo

En contraste al animismo, la teoría naturística insistió en que la religión descansa en la experiencia real. La religión comienza sólo cuando éstas fuerzas naturales dejan de ser representadas de forma abstracta en la mente, y son transformadas en cosas personales, espíritus conscientes de dioses, a quienes el culto a lo natural se dirige; y ésta transformación es (presuntamente) alcanzada por el lenguaje.

Las clases tempranas de fenómenos naturales como la lluvia, los truenos, el fuego, etc., fueron por lo tanto, metáforas para la acción humana, y como éstas metáforas llegaron a tomarse literalmente, las fuerzas naturales fueron concebidas como poderosos agentes personales.

Una vez que éstos agentes recibieron nombres, éstos mismos nombres levantaron preguntas de interpretación para las siguientes generaciones, produciendo así el florecimiento de fábulas, genealogías y mitos característicos de religiones ancestrales.

Finalmente, el culto ancestral, de acuerdo a ésta teoría, es puramente un desarrollo secundario –incapaces de afrontar el hecho de la muerte, los hombres postularon la posesión de un alma inmortal que, al separarse del cuerpo, fue traída gradualmente al círculo de los seres divinos y eventualmente deidificados-.

Totemismo

Según Durkheim ni hombre ni naturaleza tenían carácter de objeto sagrado, y debía existir alguna otra fuente que lo tuviera.

Más allá de lo llamado animístico y naturalístico, debería haber otra especie de culto, más fundamental y primitivo, de los cuales los primeros son sólo formas derivadas o aspectos particulares.»

Ésta forma de culto más fundamental y primitiva es el totemismo.

El totemismo es una religión en la que tres clases de cosas (emblema totémico, el animal o planta que no se debe comer, y los miembros del clan) son reconocidos como sagrados.

Mientras que todas las cosas anteriores son sagradas en diferentes grados, son todas sagradas en la misma forma; por tanto, su carácter religioso difícilmente podría deberse a las propiedades especiales de uno u otro, sino derivados del mismo principio común que comparten por todos.

El totemismo no es una religión de emblemas, animales u hombres, más bien es una anónima e impersonal «fuerza» inmanente en el mundo y difundida entre sus varios objetos materiales.

El dios del clan, el principio totémico, puede por tanto, ser no otra cosa que el mismo clan, personificado y representado a la imaginación bajo la forma visible del animal o vegetal que sirve como tótem.»

Es ambas, física y moralmente superior a los individuos, por lo tanto, temen a su poder y respetan su autoridad, pero la sociedad no puede existir salvo, y a través, de la conciencia individual, por lo cual ambos demandan nuestros sacrificios y fortalece y eleva el «principio» divino periódicamente en cada uno de nosotros.

Especialmente durante periodos de entusiasmo colectivo, cuando su poder es particularmente perceptible. Es durante la sucesión de eventos intensos de «efervescencia colectiva» que se eleva la creencia de haber dos mundos (sagrado y profano), ambos entre nosotros y la naturaleza.

El miembro del clan que venera al tótem, venera de hecho al clan.

Las sociedades necesitan reafirmaciones periódicas de sus sentimientos colectivos, y de que existe algo «eterno» en la religión, destinado a sobrevivir los símbolos particulares -totémicas, cristianos, o de otra manera- en la cual se encarnaron previamente.

Al igual que la ciencia, la religión reflexiona sobre la naturaleza, el hombre y la sociedad, intenta clasificar cosas, las relaciona y las explica.

El pensamiento científico es por lo tanto una forma más perfecta del pensamiento religioso.

Todo pensamiento lógico está hecho de conceptos -ideas generalizadas, caracterizadas por ser relativamente estables e impersonales-.

Ya que los conceptos son guardados en común y llevan la marca de ninguna mente individual, claramente son producto de la mente colectiva.

 


 

Podemos concluir en que la religión más primitiva, según Durkheim, es el totemismo, y sus principios básicos fomentaban la participación social para reafirmar periódicamente sus sentimientos en común, sentimientos de que existía algo más allá de la muerte, y que les brindaba la fortaleza para aguantar lo que en vida se hiciera difícil de sobrellevar individualmente.

 

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4 comentarios sobre “La religión en la antigüedad: Durkheim

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